Por Héctor José Corredor Cuervo - Colombia
En medio de corrupción e indolencia
de un pueblo acobardado por terror
se marchan para el cielo en inocencia
unas almas gritando su dolor.
Son las almas en plena primavera
que mueren por acción de los corruptos
que compran los matones de primera
para mandar al pueblo como brutos.
Sobre nubes de frente a las estrellas,
que al cielo con sus copos acaricia,
le dejan a la gente grandes huellas
que reclaman al mundo más justicia.
El ruido de sus pasos hoy se siente
con fuerza cual si fueran huracanes
invitando a la unión del continente
para evitar de malos sus
desmanes.
Sus risas para siempre se han
callado
en plena oscuridad del infortunio
más dejaron su amor en el collado
que brillará con luz de plenilunio.
Mas un mensaje al joven le han
dejado
en un sobre lacrado con sapiencia...
"que no crea en el falaz que ha colmado
al mundo con terror y con violencia".