martes, 23 de junio de 2020

PEREGRINOS SIN REGRESO



Montados sobre ilusiones
 entre sueños de placer
con  deseos de conocer
y muchas otras razones
se fueron a otras naciones
los ingenuos peregrinos
sin saber que en los caminos
estaba un virus mortal
de procedencia  animal
que cambiaría destinos.
 .

Atrapados como insectos 
en malla de incertidumbre
con ansiedad y sin lumbre
por  considerarse infectos
o como seres  abyectos
se quedaron en ciudades
sufriendo calamidades
miles de connacionales
viviendo como animales
en mar de necesidades.

Sin  tiquete de regreso
perdido por la pandemia
y con el dolor que apremia
se sienten cual fútil preso
que salió por Dios ileso
de una temible celada
por maleantes montada
sin ningún respeto humano
en un ambiente malsano
donde la vida no es nada.

Entre negra oscuridad 
con miedo y desesperanza
piden a Dios gran bonanza
de amor y de caridad
con sentido de hermandad
para noble  autoridad
que pueda bridar apoyo
para salir del cruel hoyo
de zozobra  y de ansiedad.


Su gran sueño es el retorno
después de la turbulencia
cuando brille la clemencia
en corazones sensatos
lejos  de los avivatos
que no tienen caridad
con sufrida humanidad
que esta fuera de su nido
con un viento embravecido
que sopla con gran crueldad.








NUEVA HUMANIDAD


Después de la oscuridad

en noches  de cuarentena

por un virus que cual hiena

ataca a la humanidad

florecerá la hermandad

en la mente y corazón

de gente con la ilusión

de cambiar el pensamiento

con cristiano sentimiento

y con luz de la razón.

 

Llegará una clara aurora

con luces de evolución

que hará la transformación

en la conciencia humana

que sentía muy lejana

la fuerza de integración,

de la concordia y la unión

por primar el egoísmo

y también el populismo

bajo sombras de pasión.

 

Con luz de grandioso día

vendrá nueva humanidad

con antorchas de humildad

para guiar   día tras día

a quien sigue en la porfía

de hacerle culto al dinero

sin pensar que el pordiosero

tiene derecho a vivir

y dejar de más sufrir 

en indigno estercolero.

 

Esa nueva humanidad

tendrá que cambiar primero

en el universo entero

la propia mentalidad

sin vientos de la maldad

dejando la destrucción

y la contaminación

que dañan el medio ambiente

para que viva la gente

sin gran preocupación.

 

 

Esa nueva humanidad

la conformaremos todos

con brisas de  buenos modos

de vivir    en  sociedad,

con luces de libertad

sin yugos y sin cadenas

sin fe en las cosas terrenas

que gestan  el egoísmo

 la vanidad y el autismo

 que impiden las obras buenas.

 

Esa nueva humanidad

la tendrán los gobernantes

y también los aspirantes

al dirigir las naciones

sin crear más divisiones

con falacias y promesas

que van formando represas

de general descontento

con un turbio sentimiento

que rompe sus fortalezas.

 

Lo anterior es un gran sueño

de un corajudo poeta

que trabaja como asceta

con ilusión, con empeño

por ver un mundo risueño

sin tristezas ignoradas

y con noches sosegadas

donde amanezca la paz

corriendo sin antifaz

dejando angustias pasadas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 


LA PANDEMIA Y LOS OPORTUNISTAS


 

Metido en el ciclón de la tormenta

de la pandemia fiera y sin vacuna

veo en medios la gente sin fortuna

que en desamparo el hambre la regenta.

 

Sin disciplina cuando el sol calienta

veo  sombras sin esperanza alguna

de los seres que salen de comuna

a las calles con cara soñolienta

 

 y por redes  en  cielo tenebroso

instigadores  con su voz se sienten

llamando a ignorantes que revienten.

 

sin respetar que  aquel  tifón medroso

puede arrasar  con pobre y poderoso

cuando no existen muros que lo enfrenten.

 


PANDEMIA, AMOR Y CAMBIO

 

En medio de la tristeza

y por pandemia dolor

renace  en mí  gran amor

por grata naturaleza

que mi Dios con su grandeza

nos dio para convivir

y jamás para destruir

como procedió hasta ahora

la mucha gente que llora

por ver al mundo sufrir.

 

Amor con los animales

que tomamos prisioneros

o vendemos por dineros

en lugares comerciales

sin los recatos mentales

de que son seres vivientes

que necesitan ambientes

donde se puedan mover

y tengan de que comer

sin el miedo a indolentes.

 

Amor al aire más puro

que nos llega a los pulmones

sin costo,  sin restricciones,

con lumbre y en tiempo oscuro

sin temor que en el  futuro

no lo podamos pagar

para poder respirar

en medio de tribulaciones

y grandes lamentaciones

por no saberlo apreciar.

 

Amor a  la libertad

de todos los movimientos

y de comer alimentos

con la propia voluntad

sintiendo  felicidad

con lo que está en el entorno

sin temor al cruel trastorno

que  puedan ocasionar

los favores por pagar

o las deudas por soborno.

 

Amor por los semejantes

incluyendo la familia

por ser primera que auxilia

con amigos importantes

en angustiosos instantes

del destino o de la  suerte

donde el tiempo los convierte

en verdaderos hermanos

con sentimientos humanos

hasta en horas de la muerte.

 

Amor a luna y a estrellas

que alumbran noches extrañas,

amor a verdes montañas

que sobresalen por bellas

como si fueran doncellas

que mimadas por el sol

se  coronan de arrebol

en las tardes de sosiego

como en  lugar palaciego

bajo lumbre de un farol.

 

Después de la cruel pandemia

un  gran cambio ha de venir

en forma de convivir

y enseñanza en la academia

dejando atrás la blasfemia

y costumbres de gastar

sin jamás pensar en dar

al que más lo necesita

por la pobreza maldita

de quien no va a trabajar.

 

Cambio en mente y corazón

de todos los habitantes

para no seguir como antes

en medio de corrupción

y  gran contaminación

de los ríos y en ciudades

mientras hay necesidades

en pueblo que por paciones

vende su alma en votaciones

con turbias finalidades.

 

 

 

 

En las casas confinados

cambiemos ya las amarras

como el águila sus garras

y picos avejentados

para lograr resultados

con visión de gran altura

en medio de la espesura

de los bosques de indolentes

que seguirán inconscientes

con  contagio y con basura.

 

 

 

 

 

 

 

 


POBRES VERGONZANTES


Cual bandadas de langostas hambrientas

viven en el mundo  pobres vergonzantes

que esconden la furia de las tormentas

cuando arrecian desprecios humillantes.

 

Son seres que  sueñan con la riqueza

sobre nubes con luz en resplandor

 y entre sombras esconden la pobreza

 con soberbia  y con máscara de honor

 

Son  personas que fingen de normales

en consumismo con el alma mustia

por el peso de deudas infernales

que torturan con látigos de angustia.

 

Son humanos que viven de apariencia

bajo el yugo de crítica de seres

que sienten en la mente complacencia

cuando buscan con lengua los placeres.

 

Son hermanos que moran confinados

en los guetos de fachada  ostentosa

donde  encubren su angustia atormentados

con sueños y  costumbre  mentirosa.

 

Son seres con hambre de mendicantes

que el afán del trabajo no es costumbre

pero anhelan dinero de arrogantes

que les quite la sombra que los cubre.

 

Los  pobres vergonzantes de la tierra

son de  la clase media  en espiral

que estallará  con furia como fiera

grandes diques de  represa social.

 

 

21 de mayo de 2020. Poema inspirado en los pobres vergonzantes  de la clase media que naufragan también  con  el oleaje en la gran represa social en la cual puede reventar los diques de contención  en cualquier momento  si no se toman con urgencia medidas  económicas oportunas y adecuadas.