“Cualquier ocultamiento, cualquier
clandestinidad, o situación que se maneje a espaldas de lo que debe exponerse
con claridad, constituye un acto de traición al pueblo y a la Patria”.
Domingo Elias Galati.
EL
VIRUS DE LA CLANDESTINIDAD
Por
coronel ( RA ) Héctor José Corredor
Cuervo.
El
que trabaja escondido
en
la clandestinidad
es
un ser
sin claridad
que
un delito ha cometido
por
actuar como bandido
contra
las normas legales
y
principios naturales
de
una noble sociedad
que
defiende la verdad
y
los principios morales.
Lo
que manifieste y haga
desde
el plebeyo hasta el rey
para
eludir norma o ley
en
secreto de quien paga
y
también del que sufraga
es
un acto clandestino
propio
de un ser asesino
que
utiliza el camuflaje
para
hacer su cruel montaje
con
la mente de un felino.
Hoy
la clandestinidad
es
el virus peligroso
que
lo porta el mentiroso
en
torpe comunidad
que
cree como verdad
promesas del dirigente
que
compra el voto a la gente
indolente
e ignorante
con
plata del traficante
que
aparenta ser decente.
Por
los derechos humanos
la
paz y liberación
muchos
con torva intención
movilizan
ciudadanos
poniendo
en alto sus manos
para
impulsar terroristas
delante de
periodistas
que
no ven los clandestinos
instigando
a asesinos
que
actúan como anarquistas.
La
gran vacuna eficaz
contra
este virus mortal
es
la integración real
del
pueblo sin antifaz
que
vote por el capaz,
que
le ofrezca bienestar
a
indefensos al mandar
y
acabe putrefacción
incrustada
en la Nación
con
el virus de robar.
La
patria es lugar sagrado
que
se bebe respetar
por
ser el sagrado altar
donde
jura el buen soldado
defender
lo más preciado
de
su pueblo en libertad
con
los lazos de hermandad
para
disfrutar la vida
lejos
de mortal herida
de
la clandestinidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario