LA
PANDEMIA DEL CORONAVIRUS
La
pandemia no respeta
a un ser
si es joven o viejo
y ataca
en forma indiscreta
cuando el
mundo está perplejo.
La
pandemia es peligrosa
como un
torrente estancado
que en
forma muy silenciosa
arrasa al
ser descuidado.
Una
pandemia es mortal
pero
jamás es el fin
si prima
el bien general
sobre la
indolencia ruin.
La salud
está primero
para todo
el ser humano
sin
importar el dinero
y el
prestigio neroniano.
La
palabra es real arma
para
combatir el mal
si se
emplea como alarma
y como
ayuda social.
Los
poetas y escritores,
los
periodistas y artistas
son los
comunicadores
para
lograr las conquistas.
Grandes
comunicadores
dicen
siempre la verdad,
mas son
los difamadores
los que
riegan falsedad.
Para
escribir con altruismo
entre los
sordos y ciegos
se
requiere el optimismo
sin
motivos palaciegos.
Las
informaciones falsas
son como
balas mortales
que
penetran en las balsas
en un mar
con criminales.
Si
quieres sobrevivir
comienza
por ser prudente
procurando
no salir
y
escuchando al presidente.
La
cuarentena es de gente
que
quiere siempre vivir
de manera
inteligente
sin
terquedad en salir.
La
cuarentena es amena
para la
gente ocupada
y una
cárcel con gran pena
para la
desocupada.
Cumplamos
las directrices
y apliquemos
experiencia
de
regiones y países
donde ha
triunfado la ciencia.
Empuñemos
la bandera
de la
solidaridad
para que
ondee altanera
en campos
de la hermandad.
Aquí dejo
hoy esta huella
con
sentimiento optimista
para que
brille la estrella
de Dios
sobre el pesimista.
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