domingo, 27 de febrero de 2011

ONCE DE SEPTIEMBRE




Los actos terroristas son peligrosos no sólo por la destrucción

física sino también por las huellas imborrables que dejan.

Hecocu


Once de septiembre, día de destrucción,

de los símbolos del gran capitalismo

por someter la potencia y la nación

que se creía libre del terrorismo.


En Manhattan se palpa la destrucción

y en el planeta se siente pesimismo

al observar la fatal conflagración

que derritió el gran poder y el optimismo.


En Occidente se piensa en reacción

de los gringos con un falso patriotismo

que buscarán en la guerra solución,

involucrando la fe y el comunismo.


El mundo piensa en una retaliación

y el sobresalto invade ya al cristianismo

por el inmenso poder de la nación

que llevará al orbe a un temible abismo.


Pueda ser que pueblos tengan intención

de parar la guerra con real altruismo

para evitar general confrontación

teniendo como disculpa al islamismo.


11 de septiembre de 2001. Colapso de las Torres Gemelas en Nueva York por atentado terrorista.

COMUNICADORES SOCIALES


Por Héctor José Corredor Cuervo



En medio de terror y de violencia,

de la guerra que azota en huracanes,

periodistas miran por conveniencia

solo “chivas” por pagos materiales

demostrando ante el mundo su indolencia

entre nubes de buitres infernales.


En las manos no llevan una pluma;

portan flechas con llamas criminales

que disparan con saña una por una

con anuencia de grandes gamonales

a indefensos que no tienen fortuna.


Muchos llevan su garra salpicada

con sangre de colonos y soldados

que mueren en la patria atormentada

entre surcos, caminos o collados,

luchando con el alma acrisolada.


Varios surcan mares de corrupción

entre sirtes y escollos de violencia,

engañando a la incauta población

que cree que actúan con transparencia

mientras clavan con furia el aguijón.


¿Será que no ven al pobre indigente,

al desplazado, al gamín, al desvalido

que recorren las calles cual torrente

entre sombras oscuras del olvido

ante la sordidez del dirigente?


25 agosto de 2004. Momentos en que algunos medios de comunicación se confabulaban con los grupos al margen de la ley, mostrando al mundo sus acciones terroristas en los poblados de Colombia.

LOS EXILIADOS


No existe ninguna medicina que

pueda calmar el dolor del exiliado.

Hecocu


Sobre las aguas, en mar de la indolencia,

se ven flotar los millones de exiliados

que salieron de la patria por violencia

y por miedo a terminar asesinados.


Atrás dejaron sus más gratas querencias

entre surcos de dolor ensangrentados

por dirigentes que, faltos de conciencia,

azuzaron las contiendas en poblados.


En sus memorias golpean los recuerdos

cual grandes olas de los acantilados

y sienten que se les mueren los anhelos

bajo las sombras de tedio encadenados.


Como escudo llevan gran inteligencia

y los valores por padres inculcados

para luchar con tesón y con paciencia

en los ambientes extraños y alejados.


En la distancia les faltan resplandores

de los astros bajo cielos azulados

y extrañan los perfumes de las flores

que brotaban en aldeas y en collados.


Siempre los cubre la nube de ilusión,

del radiante regreso a la tierra amada

y pretenden que florezca la razón

en la sierra, en los llanos y en la cañada.


¿Hasta cuando los hijos de la tierra

irán errantes cual caínes desterrados

sufriendo los horrores de la cruel guerra

en un mundo por dinero esclavizados?


¿Por qué no se unen las mentes y las manos

bajo banderas de amistad y concordia

para apagar el fuego de los tiranos

que escriben con los cadáveres la historia?

20 octubre de 2004. Para hombres, mujeres y niños que sufren el suplicio del exilio por culpa de aquellos villanos que se creen dioses humanos y que hacen enfrentar pueblos, por intereses personales, políticos, económicos, sociales o militares, haciendo ver al mundo que son los salvadores de quienes quieren esclavizar. “La guerra la dirigen, normalmente, políticos que por cobardía no fueron a los cuarteles a cumplir con el deber de defender a su patria. Quien la ejecuta y sufre las consecuencias es el pueblo ignorante.

HIJOS ADOPTIVOS

La patria es la tierra en que nacimos, donde comienzan

nuestros sueños y donde crecen nuestras esperanzas.

Hecocu


Lejos de la patria donde nacieron,

bajo nubes de amor en raro suelo,

pasan la vida los hijos que partieron

con la suerte que les llovió del cielo.


En su sangre, que corre a borbotones,

se oyen sones de tambores y gaitas

y sus cuerpos se mueven cual temblores

con los ritmos de cumbias y de salsas.


En su alma ellos conservan la esperanza

de ver a su terruño en primavera

y palpar dónde brota la esmeralda,

que viaja por el mundo de primera.


El amarillo es oro y abundancia

que el Señor da para salir de penas,

y el azul es el cielo en la distancia

que junta el rojo de sangre en las venas.


Ellos tuvieron celestial fortuna

de cubrirse con mantos de riqueza

en regazo seguro y blanda cuna

sin conocer del pueblo su pobreza.


Ellos no saben de grandes dolores,

deshojados en horas de quebranto,

en la tierra que colmada de flores

se marchita con el temor y espanto.


Ellos sienten amor por bello sol

que les dio luz para salir de parias

y en las mentes fraguadas en crisol

guardan orgullo por tener dos patrias.


21 de abril de 2004. Poema a unos niños adoptados por extranjeros que quisieron que se narraran sus sentimientos.