domingo, 27 de febrero de 2011

EL MANCEBO Y LOS PERROS


La paz solamente se podrá lograr cuando dejemos

de ser indiferentes al dolor de los demás.

Hecocu


Por Héctor José Corredor Cuervo

Caminando por las calles invernales

bajo el palio gris de pertinaz neblina

un mancebo pasea unos animales

mientras las penurias a su honor dominan.

En la sarta él lleva los lustrosos canes

arreglados como reinas de belleza

de millonarios que no sienten afanes

ni palpan el sufrimiento por pobreza.

En su rostro se desgrana la amargura,

por ser principal actor de la tragedia,

al tener que convivir con la basura

ocultando la verdad de su comedia.

En las casonas de algunos potentados

él contempla el exceso del alimento

y comparte con los perros los sobrados

para llevarle a hermanos el sustento.

Quien contempla los canes y al mancebo

De inmediato sacará esta conclusión:

“Que hay humanos que tienen vida de perro

mientras hay perros que gozan de atención”.

22 enero de 2001. Poema inspirado por un muchacho que pasea perros en la calle y quien por necesidad comparte el concentrado de los animales y el sobrante lo lleva para alimentar a su familia.

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